Adiós pollera a cuadros

Desde el lunes, examen detrás del otro. Parciales, orales, trabajos prácticos... Todo. A dos semanas (exactas) de terminar mi vida en el secundario me doy cuenta de que, a pesar de que me agobie, esto no es nada comparado con lo que se viene el próximo año.

Estos parciales que tengo ahora no son nada comparado con lo que voy a tener que estudiar el año que viene, pero aún así me quejo, al igual que mis compañeros, porque estamos acostumbrados a que nos exijan poco, a hacerla fácil. Yo quiero ver a todas las huequitas que se la dan de vivas por machetearse(1) y aprobar el año que viene, cuando ni con quince machetes aprueben las materias.

Como verán, la chica de la boina tiene un pequeño caso de mieditis previus universidadus, o tal vez es sólo su siempre presente miedo al fracaso.

Con ese temorcillo viene tambien la melancolía de terminar el secundario y dejar esa institución que me acunó (bien o mal) durante 15 años de mi vida; a veces pienso que lo que voy a extrañar no son los recreos en el patio sino los pequeños azulejitos de colores de las paredes, las escaleras con doble baranda (ideales para deslizarse como Bart Simpson) y, más que todo, voy a extrañar el salón de actos. Ese templo celestial en cuyo escenario me he encontrado desde mis 3 años de vida y donde encontré ese algo en el que soy buena, ese algo que es mi vida: la actuación.

Contradictoriamente a lo que vengo diciendo desde 5to grado de primaria, voy a extrañar el colegio, mi colegio, realmente mi segunda casa.

En fin, la vida nos da sus caricias, sus cachetadas, sus palmadas en la cola y hasta sus tirones de pelo, lo importante no es cómo los tomamos sino qué hacemos después. A pesar de este fuerte golpe que va a ser el no pertenecer más a donde pertenecí por tanto tiempo, debo mirar al mundo y sonreír, sonreír cada vez que pase por la puerta, cada vez que vea a un alumno con ese uniforme del que tanto me quejé y que ahora terminé amando (aunque me sienta algo disfrazada cuando lo uso).

Bueno, me dio un ataque de melancolía, no sé por qué... Que suerte que esto es "privado", porque dudo que pudiera compartir esto con alguien más y sentir que lo entiende.

Saluda melancólica y atentamente,

•La chica de la Boina•

1 machetearse: copiarse en un examen.