El escenario puede ser tu vida

Muchas veces nos sentimos hipócritas por "fingir" una emoción, forzar una reacción o callarnos algo que morimos por decir...

La hipocrecía es una de las cosas que me sacan de mis casillas (es por eso por lo que trato siempre de no serlo) pero aprendí, recientemente, que callar y forzar son algunas de las cosas que hay que hacer para cambiar.

A veces debemos hacer de cuenta que somos otra persona, esa persona que quisieramos ser, tomarla como "un personaje" a pesar de que no sea tan diferente (o casi nada) a nosotros mismos y vivir como si estuvieramos en un escenario improvisando, pensar qué diría ese personaje, qué haría... Hasta que ese escenario sea tu vida y te des cuenta de que lograste cambiar algo... Porque, a fin de cuentas, ese "personaje" no era nada más ni nada menos que el verdadero 'yo mismo'

Piel de Diamante

Siempre supe mostrar a los demas que mi piel es de diamante, que era fuerte, que nada me hería, que nada de lo que hicieran o dijeran podría dañarme; nada atravesaría mi muralla de diamante. Más por dentro sé muy bien que eso no es así, que algunos vientos pueden derrumbarme.

De a poco, mi piel fue perdiendo su fuerza, su brillo, su magia... Comenzó a convertirse en arcilla, en débil, opaca y maleable arcilla. Ese interior tan delicado quedó desprotegido, desauciado, vulnerable. Sin el brillo del diamante, mi existencia se convirtió en una sombra de lo que supo ser... Una patética sombra oscura que, gélida, comenzó a enfriar todas aquellas emociones, sensaciones, momentos que me llenaron con su calidéz.

Sin nada que proteja mi interior, comencé a apagar mi luz. Cada día que pasó fue haciendo que se extinga un poco más... Siendo yo misma la principal responsable...

Mi luz esta próxima de apagarse para siempre y esa oscuridad creada tapa mi boca, impidiendo que grite, que pida ayuda... Que alguien lo note

La lluvia

Hoy veo la lluvia caer, pero ya no duele. El sonido del repiqueteo de cada gota vuelve a ser mi favorito, en vez de los puñales agudos que supo ser por una vez.

El agua de la lluvia siempre me parecio algo maravilloso. Su olor es el más exquisito que alguna vez haya podido oler, su frescura es lo más puro que haya tocado alguna vez, y su belleza, la más maravillosa que jamás haya podido admirar.

Podría preferir un sol radiante en días alegres, o una brillante luna en una noche melancólica... Pero la lluvia siempre es bien recibida. Al escuchar las gotas al caer sonrío: siento que el cielo esta cantando para mi. Al ver la lluvia me embarga la paz y al mojarme con sus gotas siento esa mezcla de paz y adrenalina que tanto me gusta.

Nunca supe la razón, pero cuando la lluvia se asoma en mi dia, no puedo evitar sentir amor y pensar en el ser amado y desear que este alli conmigo.