En estos días es todo instinto animal. Murió el romanticismo, decayó el amor. Mi propio instinto me invita a mantenerme así, exactamente igual que ese desafortunado día de mayo, mi último cumpleaños. Mi mente se resguarda y mi corazón me pide que no manche mis labios con los labios de un extraño, que mis manos no se marchiten desgastando las caricias en un rostro desconocido y ajeno, que mi cuerpo no se entregue al fuego del impulso. Mi corazón me pide amor; mi cuerpo pide fiesta; mi mente no sabe qué hacer...
Deseenme suerte hoy a la noche para que no me explote la cabeza en medio de la pista de baile.
Saluda atentamente,
•La chica de la Boina•