martes, 7 de diciembre de 2010

Vacaciones!

Y empezaron las tan esperadas vacaciones!! Dios, ya era hora! Genial la despedida llenos de harina, huevos, témpera, la verdad increíble! Fue una manera espectacular de completar el ciclo!.
Y así quedé...

Además se hizo la obra de fin de año en el colegio, enfrenté mi papel, lo tomé de la mano y juntos nos subimos al escenario para contar esa descabellada historia. No fue fácil adaptar mi cuerpo flaquito y chiquito a la figura imponente que debería tener Hamlet, pero así fue; y todos me felicitaron por ello. Al final pude s
onreírme a mi misma y decirme "esto es lo que soy", y fui feliz. Fui feliz de poder demostrar
que soy más que un número, más que un cerebro con patas, como dice mi psicóloga. Sentí una luz que me llenaba cuando el telón se abría y sentía cómo mis pensamientos, mis emociones y hasta mi cuerpo quedaban atrás para dar lugar a una nueva personalidad prestada que me hizo brillar y me dio la energía que necesitaba para encarar el conflicto amiguil que se viene con estas vacaciones...

La chica de la boina como Hamlet, abriendo la obra

Pero empezaron las vacaciones y nuevos problemas salieron de la nada: Reapareció un viejo amor imposiblemente posible que me dejó en vela durante todo un verano a la tierna edad de 14 años. ¿Los problemas? La parte imposible, el único medio de contacto que es una porquería y puede venirse abajo por una simple tormenta, la cantidad de sentimientos encontrados (¿qué es lo que siento ahora?), el recuerdo de todo lo que salió mal y el miedo que desarrollé a ser amada y, más que nada, a amar.

Sobran las palabras...


Antes de terminar las clases hablaba con mis compañeras y les decía que yo quería Mi amor de Verano... ¡Oh Cruel destino!


Y ahora, saluda atentamente
•La chica de la Boina•

3 comentarios:

Gonzalo dijo...

:)

Anónimo dijo...

todavía podés encontrar un amor de verano

La chica de la Boina ♔ dijo...

Gracias oscuro n_n